¡La zona del monasterio no es completamente accesible debido a los daños causados ​​por la granizada de agosto de 2023!

Historia 

En torno al año 740, muy probablemente, tuvo lugar la fundación del monasterio con la colaboración de san Bonifacio. Es uno de los monasterios más antiguos de Baviera. Después de su destrucción por los húngaros en 955 fue reconstruido gracias al apoyo de san Ulrich o Udalrico, obispo de Augsburgo. En 1031 se establecieron en él los benedictinos de la cercana abadía de Tegernsee, junto al lago de su nombre.
El monasterio experimentó siglos de largo florecimiento. La enseñanza, el arte y la ciencia y el cultivo de la tierra beneficiaron a las gentes de la región. Hacia 1250 poseía la biblioteca del monasterio alrededor de 250 manuscritos. El más famoso de ellos es el códice “Carmina Burana”
Aún no está aclarado definitivamente dónde se escribió esta colección de canciones medievales y cómo vino a parar a la biblioteca de Benediktbeuern. Universalamente conocida ha sido la colección gracias a la puesta de sus canciones en música por Carl Orff en 1935/36.
En 1490 destruyó un gran incendio los edificios centrales del monasterio. Después de la guerra de los 30 años tuvo lugar una época fecunda para el monasterio. Se inauguró de nuevo un “Gymnasium” o instituto de enseñanza media con acentos especiales en música, matemáticas y botánica y se fundó también la Escuela Superior de Teología de la Congregación Benedictina de Baviera. Importantes figuras de ciencia como el historiador Padre Karl Meichelbeck († 1734) y el educador y teólogo pastoral Padre Aegidius Jais († 1822) contribuyeron a consolidar el buen nombre del monasterio como centro de vida espiritual, enseñanza y ciencia.
 

El edificio barroco del monasterio 

El actual edificio barroco se comenzó a construir a partir del año 1669. Los artisas más importantes del tiempo, tales como Georg Asam, Johann Baptist Zimmermann, Johann Michael Fischer, Ignaz Günther, Johann Michael Feuchtmayer entre otros, plasmaron su forma actual. De 1708 a 1718 se construyó la “Granja”, uno de los edificios más impresionantes de la época barroca, centro de la actividad agrícola del monasterio y modelo en su tiempo. 


Supresión del monasterio

La desamortización del monasterio de Benediktbeuern en 1803 suposo el fin de una labor bienhechora benedictina de mil años de existencia. El monasterio fue expropiado por el Estado bávaro, pasando a manos privadas.
De 1808 a 1818 trabajó en los locales del desamortizado monasterio el célebre investigador Joseph von Fraunhofer. A partir de 1819 volvió a manos del Estado, siendo destinado el edificio a diversos fines, entre otros, a los de cuartel, caballería, hospital militar, cárcel y lugar de convalecencia para militares.


Nuevo comienzo de la vida religiosa

En 1930 comenzó un nuevo capítulo en la historia del monasterio. La Congregación Salesiana, fundada por san Juan Bosco, adquirió los edificios pertenecientes al antiguo monasterio. Gracias a un esfuerzo continuado de saneamiento y restauración, que aún perdura, se evitó su ruina y derrumbamiento; al mismo tiempo se logró llenar los recintos de la antigua abadía de nueva vida espritual y cultural. En concordancia con la misión de su fundador san Juan Bosco (1815-1888) sacerdote y educador, convirtieron los “Salesianos de Don Bosco” (SDB) el antiguo monasterio en centro de formación religiosa, ciencia y educación al servicio de la juventud.
Actualmente se encuentran dos Escuelas Superiores en el edificio. En la “Escuela Superior de Teología” pueden obtener sus alumnos y alumnas todos los grados académicos, propios de las facultades teológicas en Alemania. En la Escuela Especial de Ciencias Sociales se forma personal para servicios sociales.
Mediante el Centro de Medioambiente y Cultura, que tiene su sede en la antigua Granja, contribuye la Congregación Salesiana a mantener viva la responsabilidad cristiana por el mantenimiento de la creación. El cuidado del paisaje y la defensa de la naturaleza así como su conocimiento junto con la creación de senderos y biotopos, la instalación de jardines de hierbas como oasis de meditación y excursiones con guía posibilitan a los jóvenes un contacto directo y profundo con la creación. A los participantes en congresos y reuniones y a los huéspedes que vienen a esta casa se les transmite también el aprecio por la naturaleza y los conocimientos ecológicos pertinentes.